Nos quedan apenas unos días para la llegada del otoño, y como "más vale prevenir que lamentar", es el momento ideal de poner en marcha un plan de acción para subir nuestras defensas y prevenir posibles virus y resfriados, de forma natural.

Prepararse  a través de la dieta y con la ayuda de aliados naturales que potencian nuestro sistema inmune y digestivo, será la clave para transitar por un otoño complet@s de bienestar 

¿Sabías que alrededor de un 80% de nuestras defensas inmunológicas residen en nuestro intestino?

Así es,  su mucosa está conectada con células inmunológicas ( linfocitos de tipo T y B) y en ella también habita la microbiota intestinal, la valiosa y también conocida, flora intestinal. Ésta nos va a ayudar a protegernos y luchar contra infecciones, inflamaciones y trastornos inmunológicos, además de interferir en nuestro metabolismo y sistema nervioso, de ahí el adjetivo de valiosa!!!!

Es por tanto de vital importancia cuidar de su estado, puesto que va a determinar nuestro nivel de salud, previniendo el padecer algunas enfermedades. 

¿Sorprendid@?... así es, para garantizar unas defensas a punto, es fundamental mantener un sistema digestivo cuidado, funcional y saludable.

¡Pasa a la acción!

Para lograr ese estado limpio y funcional del que hablamos, tendrás que aportar por un lado, la comida por excelencia de la microbiota: fibra prebiótica fermentable (no digerible) y polifenoles. Y ¿donde las puedes encontrar? Básicamente en verduras y frutas como puerros, alcachofas, ajo, cebolla, achicoria, plátano, frutos rojos, granada, kiwi, uva, pomelo, manzana, etc. Además puedes complementar con un aporte extra de semillas de lino y de chía, así como algas, cacao, té verde y especias. 

En tu plan de cuidado, tampoco pueden faltar los alimentos ricos en almidón-resistente, como son el boniato, la patata, legumbres y granos integrales como el arroz y la avena, siempre cocidos y luego enfriados para que cumplan con su propósito en nuestro intestino. Puedes calentarlos, pero mejor no superar los 140 grados máximo, así no perderán propiedades.

Otros alimentos importantes a tener en cuenta son los fermentados, que cumplen con una función probiótica que irán repoblando nuestro ejército de defensas, haciendo que tenga una buena diversidad.  En tu cesta deberás incorporar alimentos de este tipo como el chucrut (col fermentada), kimchi (versión coreana), salsa de soja Tamari, pasta de miso, las ciruelas umeboshi y derivados, los encurtidos, el tempeh y bebidas como el agua de kéfir o el té kombucha.

Como aliados, serán imprescindibles nutrientes que no podrán faltar en nuestra dieta otoñal: vitamina C, el zinc y los fitonutrientes como el alil-sulfuro, las xantofilas y carotenos. Puede ayudarte a conseguirlos, un aporte regular de ajo y cebolla, cítricos, kiwis, frutos rojos, verduras de hoja verde como el perejil, ortigas, la col kale, berza, también la col lombarda y brócoli, el jengibre, la cúrcuma, pimiento, zanahorias, calabaza, setas shiitake, frutos secos y semillas. entre otros!!

Y por último, no podemos terminar esta puesta a punto para el otoño, sin mencionar el elixir de las abejas, que será el escudo más resistente que podamos tener para reducir resfriados, actuar como antibiótico natural y ser un excelente antifúngico: el Propóleo.

La naturaleza nos ofrece este néctar como remedio de carácter antiséptico, gracias a su contenido en flavonoides antibacterianos y enzimas antiinflamatorias. El Propóleo es una sustancia extraída  de las resinas de los árboles y producida por nuestras adoradas abejas para proteger sus colmenas. Es utilizado para reducir la inflamación y dolor en la garganta, así como episodios que cursan con tos. Lo puedes encontrar como tintura, podrás diluirlo en agua o aún mejor, con miel pura, y aumentar así su poder de protección gracias al efecto combinado de estos dos elixires naturales. También puedes encontrarlo en formato spray para aplicar directamente en garganta, incluso para usar a nivel tópico, ya que también es un excelente cicatrizante de heridas y quemaduras leves en la piel.

La prevención es la manera más inteligente de cuidarse, ¡ponte en marcha!